Ser multiplicador de ideas es una manera de encontrarle un nuevo destino a nuestros proyectos.
No quedarnos con lo probado y convencional y ser innovadores nos llevará a enfrentar nuevos desafíos y gestionar nuevas herramientas para potenciar nuestro negocio, o nuestra actividad laboral.
En una sociedad de consumo debemos ser conscientes que nuestra oferta debe ser atractiva, que despierte el interés del potencial cliente de nuestros servicios o productos.